17-02-2020
¿Te pasas horas estudiando, pero no consigues obtener buenos resultados? ¿Tienes la sensación de que podrías hacer mucho más? ¿Tienes miles de tareas que hacer y no sabes por dónde empezar? Es posible que no estés sacando todo tu potencial a la hora de estudiar, pero no te preocupes porque en este artículo vamos a darte algunos consejos de productividad para estudiantes que te permitirán mejorar tu rendimiento.
En primer lugar, debes saber que la falta de productividad no es algo que te afecte a ti en exclusiva, no eres un bicho raro. La falta de productividad es más común de lo que piensas, y es que muchísimos estudiantes no saben cómo planificarse, tienen dificultades para concentrarse y tienen cargadas sus mochilas con un montón de malos hábitos de estudio que limitan sus resultados.
Antes de continuar, para un momento y haz un ejercicio de introspección sobre cómo afrontas el estudio. Si crees que dedicas el tiempo necesario a estudiar y eres constante, tal vez el motivo por el que no consigues los resultados que esperas es que no llegas a ser suficientemente productivo. Pero no te preocupes, piensa que tienes mucho margen de mejora y que cuando apliques algunos de los consejos que veremos en este artículo tu rendimiento aumentará de forma increíble.
Bien, ahora toca ponerse manos a la obra y trabajar en mejorar tu productividad. Vas a tener que planificarte mejor, aprender a mejorar tu concentración y cambiar algunos hábitos de estudio. ¿Estás preparado para mejorar tu productividad a la hora de estudiar? Entonces sigue leyendo.
¿Qué es la productividad?
Pero no nos adelantemos. Como nos gusta ir paso a paso vamos a comenzar explicando en qué es la productividad. Cuando hablamos de productividad nos estamos refiriendo a la relación que hay entre los resultados obtenidos y el tiempo que has tenido que dedicar para conseguirlos. Teniendo en cuenta esta afirmación podríamos considerar que somos productivos cuando conseguimos los mejores resultados en el mínimo tiempo posible.
Imagina una tarde de estudio. Empiezas por una materia, comienzas a repasar, esquemas, anotaciones, etc. Tras un rato tienes bastante claro el tema que estabas estudiando, estás contento. De repente miras el reloj y entras en pánico: no te queda tiempo para estudiar el resto de las asignaturas. ¿Te suena? Conclusión: no has sido productivo.
Entonces, ¿cómo se es productivo? Sencillamente siendo capaz de completar el mayor número de tareas en el mínimo tiempo posible. Como ves es fundamental tener clara la relación que existe entre el uso del tiempo y la productividad.
Seguro que estás deseando saber cómo puedes hacer mucho más en menos tiempo. ¡Genial! En el siguiente apartado vamos a darte algunos consejos y tips que harán mejorar tu productividad. ¿Estás preparado?
15 consejos para mejorar tu productividad a la hora de estudiar
Uno de los grades pecados capitales en relación con la productividad es ponerse a trabajar sin organizar, priorizar y planificar las tareas que tenemos que hacer. Si no hacemos este trabajo previo, es posible que pasemos la mañana trabajando en algo que no es demasiado importante y nos quedemos sin tiempo para hacer algo que sí lo es.
A la hora de estudiar, la mejor inversión de tiempo que puedes hacer el tiempo dedicado a la organización y planificación de tareas. No seas de esas personas que se pasan la vida corriendo sin saber muy bien hacia dónde tienen que ir.
1. Prepara una lista de tareas.
Prepara una lista con todas las tareas que tienes pendientes. Intenta que sea lo más precisa posible para así tener todo atado y que no haya ningún susto de última hora. Tenla a mano siempre. De esta forma podrás saber qué tareas tienes pendientes en cada momento.
En esta lista , puedes clasificar las tareas en función de la materia o del tipo de acción que tengas que hacer. Existen muchísimas aplicaciones que te pueden ayudar a organizar tus tareas. Busca y prueba hasta que encuentres la que mejor se adapte a lo que necesitas.
2. Asigna prioridades.
También es recomendable que clasifiques las tareas de estudio según su prioridad. De esta forma tendrás claro qué tareas van primero y cuáles se pueden posponer. Para esto puedes aplicar el método Eisenhower, que es una técnica muy sencilla y útil para asignar aprender a distinguir lo urgente de lo importante.
Para poner en práctica esta técnica deberemos clasificar las tareas en urgentes (requieren una acción inmediata) o no urgentes (no requieren una acción inmediata) y en importantes (te ayudan a conseguir tus objetivos a largo plazo) o no importantes (no te ayudan a conseguir tus objetivos). Para ello, construiremos un cuadrado que a su vez lo dividiremos en cuatro partes.
Las tareas las puedes clasificar en función de su prioridad siguiendo el siguiente orden:
- Las tareas urgentes e importantes se deben hacer inmediatamente.
- Las tareas importantes pero no urgentes se pueden posponer pero debemos prestarle atención y planificarlas para llevarlas a cabo.
- Las tareas urgentes pero no importantes si puedes delegarlas en otra persona hazlo, y si no busca un hueco para hacerlas tú mismo, pero no son prioritarias.
- Las tareas no urgente y no importantes son tareas que podemos descartar si tenemos otras cosas más prioritarias que hacer.
3. Panifica tu estudio.
Una vez que tienes claro qué tareas tienes que hacer y qué prioridad tiene cada una de ellas, es el momento de hacer una planificación de tus objetivos diarios, semanales, mensuales…Esto te será muy útil para saber dónde estás en cada momento y dónde tienes que llegar cuando pase cierto tiempo.
Una herramienta que te ayudará a planificarte es hacer un calendario de estudio. Aquí tienes un artículo en el que podrás aprender cómo se hace un calendario de estudio.
Llega el momento de pasar a la acción. Ahora que tienes un plan, toca ejecutarlo. Y para ello vas a contar con algunas herramientas que te ayudarán a ser más efectivo durante el estudio. ¿Quieres saber cuáles son?
4. Aprovecha las apps.
Si estás estudiando en el siglo XXI, ¿por qué no ibas a aprovecharlo? Por supuesto que no nos referimos a que pases las tardes jugando con tu smartphone, ni mucho menos. Pero lo cierto es que hay muchas apps que te pueden ser de gran utilidad a la hora de estudiar. Puedes encontrar apps para organizar y planificar tu estudio, para mejorar tu concentración a la hora de estudiar, para tomar apuntes, para organizar y compartir documentos, para aprender idiomas, etc.
Como ves, las posibilidades son infinitas. ¿Te gustaría conocer algunas de estas aplicaciones? En este artículo hemos recopilado las mejores apps para estudiantes.
5. Aplica técnicas de estudio.
Existen algunas técnicas de estudio que son muy eficaces y que te puedes ayudar mucho en el proceso de estudio y en lo que respecta a aumentar mejorar tu productividad como estudiante.
Leer más rápido, resumir mejor, subrayar los apuntes, memorizar en menos tiempo…Hay múltiples técnicas de estudio y cada una tiene una finalidad diferente. Seguro que podrás implementar en tu rutina una técnica de estudio que te ayude a mejorar como estudiante. Aquí tienes un listado con las mejores técnicas de estudio.
6. Establece tu propia rutina.
Intenta crear tu propia rutina de estudio. Para ello es recomendable que estudies siempre en el mismo lugar (en la medida de lo posible) y a las mismas horas. Esto ayudará a que, pasado un tiempo, tu mente asocie esas horas del día y ese lugar con el estudio y pasará al modo concentración de forma automática.
7. Mantén organizado y limpio tu espacio de estudio.
Aunque no lo creas, tener un espacio de estudio limpio y ordenado es básico para mejorar tu productividad. El motivo es sencillo: teniéndolo todo en su sitio te asegurarás de que no habrá distracciones innecesarias.
Por otra parte, debes tener un lugar cómodo para estudiar, y si puede ser, con luz natural y ventilación. Piensa que vas a pasar muchas horas en tu lugar de estudio, por eso es tan importante cuidar hasta el mínimo detalle. Al tenerlo todo bajo control mejorará tu experiencia y evitará que apartes tu atención de lo importante.
8. Después de una tarea, otra.
Olvídate de hacer mil cosas a la vez. Uno de los pilares fundamentales de la productividad es poner toda tu atención en lo que estás haciendo, por eso está bastante reñida con el concepto multitarea.
Si te propones hacer algo intenta poner en ello toda tu atención, todo tu esfuerzo. Cuando finalices, pasas a la siguiente tarea de tu lista. Recuerda que debes mantener tu hoja de ruta y seguir tu planificación en la medida de lo posible.
9. Identifica tus mejores momentos para estudiar.
Seguro que si llevas tiempo estudiando, te has dado cuenta de que no rindes igual a cualquier hora. Identificar tu mejor momento de estudio de facilitará mucho la planificación y el rendimiento del tiempo que dediques a tu aprendizaje.
Hay personas que su momento álgido de atención es por la noche, para otras es la tarde e incluso, algunos aseguran que la primera hora de la mañana rinden muchísimo más. Escúchate, toma consciencia de cuáles son los momentos en los que te resulta más fácil concentrarte y aprovéchalos.
10. Haz pequeños descansos durante el estudio.
Seguro que alguna vez has hecho un maratón de estudio y te has pasado horas y horas sin levantar tu cabeza de los libros. Ahora piensa algo. ¿Has obtenido el resultado que esperabas con tanto esfuerzo? Seguramente no. El motivo es que para poder rendir bien durante el estudio necesitamos descansar de vez en cuando, refrescar la mente, estirar el cuerpo.
Técnicas de estudio con tan buenos resultados como la de Pomodoro corroboran esta afirmación, así que ya sabes. Establece pequeños descansos durante el tiempo que dure tu estudio si quieres mejorar tu productividad. En este artículo te explicamos cómo funciona la Técnica de Pomodoro.
Además de la planificación y el estudio, existe otros factores que también pueden ayudarte a llevar a tu productividad a un nivel superior. Cosas como una buena alimentación, hacer ejercicio y el descanso, son vitales para dar lo mejor de nosotros mismos.
11. Lleva una alimentación saludable.
Sí, has leído bien. Aunque no lo creas llevar una alimentación saludable es muy importante si lo que buscas es mejorar tu productividad. ¿Por qué? Básicamente por dos motivos. En primer lugar, por los propios nutrientes de los alimentos. Como comprenderás siempre será mejor tomar un plátano como tentempié que una bolsa de patatas fritas. En segundo lugar, por algo obvio: no podemos dejar que nuestra atención en una sesión de estudio quede mermada por una indigestión.
Así que, durante el tiempo de estudio, intenta llevar una dieta sana y equilibrada, con alimentos frescos y snacks sanos. Y no te olvides del agua. Recuerda que debes beber cada poco tiempo para mantener hidratado tu cuerpo y tu cerebro.
12. Haz un poco de ejercicio.
Tranquilo, que no te estamos proponiendo que te apuntes a crossfit o a la próxima maratón de Nueva York. Tan solo te animamos a que te mantengas activo. Puedes dar paseos a un paso ligero, apuntarte a clases de baile,… Un poco de ejercicio ayudará a tu mente y a tu cuerpo, te llenará de endorfinas y te liberará del estrés.
13. Acuéstate temprano y descansa.
Ten en cuenta que necesitas dormir un mínimo de horas, ya que el sueño es el momento que aprovecha tu cuerpo para repararse y está demostrado que durante el tiempo que estás durmiendo, tu cerebro trabaja para consolidar lo aprendido durante el día.
Además, si no descansas bien, al día siguiente tu productividad se verá mermada y rendirás menos. Para que esto no suceda lo mejor que puedes hacer es acostarte temprano y descansar toda la noche.
Olvídate de ver la tele desde la cama, de leer con tu tablet o de ver el correo en el teléfono. Si te cuesta dormir, lee un libro de los de toda la vida, con sus hojas y sus marcapáginas. Haz ejercicios de relajación antes de acostarte o tómate una infusión que te ayude.
Puede que al principio te cueste cambiar esto y que quieras dar un salto de la cama y volver a ver tu serie favorita en tu sofá, pero aun así debes resistir. Antes de que te des cuenta habrás establecido esta nueva rutina, habrás mejorado tus hábitos de descanso y con ello, tu productividad.
14. Madruga y aprovecha el día
¿Has oído eso de que a quien madruga Dios le ayuda? Hay estudios que demuestran que levantarse temprano aumenta la productividad. Piensa que a primera hora de la mañana estamos más activos y llenos de energía, y ,además, suelen ser momentos en lo que no nos molesta nadie, así que, ¿por qué no aprovecharlo?
Pon el despertador un par de horas antes, levántate cuando suene, nada de remolonear. Actívate con una buena ducha y un desayuno. Haz ejercicio si es lo que te gusta. Si lo estableces como parte de tu rutina diaria verás como desde el primer momento empezarás el día con fuerza y tendrás mucho más tiempo para todo, incluso para tus estudios. En este artículo te enseñamos cómo mejorar tu rutina de mañana
15. Recompensa tu esfuerzo.
Piensa en tu rutina de estudio como en un plan de entrenamiento personal, marcándote unos objetivos a cumplir en el tiempo que determines. Cuando consigas alguno de los objetivos que te has propuesto, recompénsate. No nos referimos a grandes regalos o premios. Cosas sencillas como un café con esa amiga o un paseo por tu parque favorito pueden ser suficientes. Estas pequeñas recompensas harán que te mantengas motivado y que durante tu tiempo de estudio seas más productivo.
Puede que todos estos consejos se te hagan pesados o que, simplemente, ya estés poniendo en práctica alguno. No te decimos que los incorpores todos a la vez a tu rutina habitual, sino que la vayas mejorando poco a poco.
Empieza por poner en práctica un par de ellos y, si funcionan, continúa implementándolos en tu rutina de estudio de manera progresiva. Verás como en menos tiempo del que te imaginas habrás conseguido tu objetivo sin problema: mejorar tu rutina de estudio y disparar tu productividad.
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