19-09-2018

¿Te gustaría saber cómo hacer un calendario de estudio semanal? ¿Has pensado en preparar un planning de estudio pero no saber por dónde empezar? Si estás interesado en saber cómo puedes organizarte mejor a la hora de estudiar y mejorar así tu rendimiento, estás de suerte. Hoy vamos a enseñarte todo lo que puedes necesitar para elaborar tu propio plan de estudios, y además te vamos a enseñar cómo debes llevarlo a cabo.

¿Qué es un calendario de estudio?

Empecemos aclarando qué es un calendario de estudios. Un cronograma o calendario de estudios es un horario organizado en el que se reflejan todas las horas de las que dispones para estudiar y la distribución del tiempo asignado a cada una de las tareas o asignaturas dentro de este horario.

En principio parece sencillo hacerlo, ¿verdad? Pues lo cierto es que para que cumpla su función debe estar muy bien calculado y con una óptima distribución, tanto de tiempo como de materias.

Piensa que tu éxito en los estudios estará condicionado, en gran medida, por el tiempo que dediques al estudio de cada materia y cómo lleves a cabo este estudio. Es por esto por lo que es muy importante que el horario de estudios se elabore de tal manera que la distribución del tiempo y las materias de estudio sea proporcionada y realista.

¿Por qué debes hacer un calendario de estudio?

¿Realmente necesitas un calendario de estudio? ¿Por qué deberías invertir tu tiempo en elaborar este tipo de planificación?

Uno de los factores más determinantes a la hora de estudiar es tener una buena organización. Parece fácil, pero en muchas ocasiones, por desconocimiento o por dejadez, no planificamos el estudio como es debido, improvisando, y como consecuencia veremos que nuestra productividad y los resultados del tiempo que dedicamos a estudiar caen en picado.

Si has comenzado estudios medios o superiores te habrás dado cuenta que ahora ya no sirve ponerte a estudiar un par de días antes del examen. Las materias que debes estudiar son muy extensas y complejas. La única forma de poder estudiar este tipo de asignaturas es hacerlo diaria y metódicamente. ¿Te imaginas estudiar Derecho Civil dos días antes del examen? Sería un fiasco total. Cada asignatura consta de un importante número de temas extensos, por eso es imprescindible que se le asigne a cada materia el tiempo necesario y que se estudie poco a poco toda la información susceptible de caer en los exámenes.

Cuando se elabora un calendario de estudio se tiene pleno conocimiento del tiempo real del que dispones para estudiar, por lo que su distribución es más sencilla. Piensa que cuando sabes qué tiempo real tienes para poder estudiar te organizarás mejor y optimizarás cada minuto de tu tiempo al máximo.

Además, el hecho de seguir un calendario, te ayudará a crear una rutina de estudios que en poco tiempo formará parte de tu día a día. Aunque al principio te parezca pesado, en unas pocas semanas lo habrás asimilado de tal forma que seguirás la rutina de forma mecánica, ya que, casi sin darte cuenta, habrás creado el hábito de estudiar y esto hará que mejore significativamente tu concentración cuando estés estudiando.

Ya no estás en el colegio. Ahora no sirven de nada los atracones de última hora. Eso ya no funciona. Si quieres acabar con éxito tus estudios la única forma de hacerlo es estudiando de manera efectiva y para eso tener una buena planificación de tus estudios es fundamental. Además, llevándolo a cabo correctamente te vas a evitar el estrés y la ansiedad de última hora, ya que llevarás aprendida la asignatura desde el principio del curso. Compensa dedicar un poco de tu tiempo a hacerlo correctamente, ¿no crees?

¿Cómo hacer un calendario de estudio efectivo?

A la hora de elaborar un calendario de estudio, como en casi todo, hay que tener en cuenta algunos factores importantes para hacerlo correctamente. A continuación, te explicamos algunos aspectos clave que te resultarán muy útiles a la elaborar tu planning de estudio de la forma más efectiva.

1. Conoce el tiempo real que tienes disponible para estudiar.

Lo primero que debes hacer para poder planificar tu estudio es saber de cuánto tiempo real dispones para dedicar a esta tarea. Durante dos o tres días anota en un papel el tiempo que dedicas a cada una de tus actividades diarias. No sirve que lo hagas de forma estimativa, debe ser real. Por ejemplo, no sería correcto anotar que de 8:00 a 8:30 sueles tomar café, ya que realmente dedicas entre 10 y 15 minutos para ello. Si empiezas a las 8:10 y acabas a las 8:24 refléjalo por escrito.

Es muy importante anotar cada minuto, por insignificante que te parezca. Piensa que reducir 5 minutos de cada actividad diaria al final del día hará que dispongas de 1 hora para dedicarlo al estudio. ¿Te aseguro que ser metódico en esta etapa te hará ganar mucho tiempo para el estudio?

Anotar en un papel en qué empleas tu tiempo también te ayudará a darte cuenta de la cantidad de tiempo que malgastas al cabo del día, por eso es muy importante ser sincero y llevar un buen control estos días.

2. Completa tu calendario de estudio.

Ya tienes delante un calendario vacío, semanal o mensual, y ahora toca empezar a completarlo. Para ello deberás anotar las horas que ya tienes ocupadas con actividades fijas. Empieza con el tiempo que dedicas a comer, cenar, tomar café, ir al trabajo, las horas que pasas trabajando…

Una vez que hayas reflejado en tu calendario las horas que dedicas a cada actividad y tarea que realizas en tu día a día, podrás observar qué huecos te quedan libres. Además, ahora tienes una visión global de en qué gastas tu tiempo y estarás en disposición de tomar decisiones, sobre cómo te estás organizando o cuánto tiempo dedicas a cada actividad, que te permitirán ganar tiempo para otras tareas.

Es el momento de asignar parte de los huecos libres que quedan en tu calendario a estudiar. La distribución del tiempo que vas a dedicar a tus estudios debe ser clara y concisa desde el principio. Debes hacer un reparto correcto de materias por tiempo y días. Esto será la clave de tu éxito, ya que te permitirá dar a cada una de las asignaturas el tiempo necesario para poder estudiarla de forma efectiva.

Distribuye los días de estudio por dificultad de las asignaturas a estudiar. Por ejemplo, no pongas el mismo día dos asignaturas complejas y al día siguiente dos sencillas. Nuestro cerebro no rinde igual durante todo el tiempo que dura el estudio, por eso es importante que al principio comiences con una asignatura que te resulte complicada y que dejes para el final la de asimilación más fácil. Esto dará un respiro a tu mente y será capaz de rendir mejor en cada una de ellas.

3. Establece objetivos para cada bloque de estudio.

Ahora ya tienes claro cuándo vas a estudiar cada materia y cuánto tiempo vas a dedicar a ello, y lo mejor es que lo tienes reflejado en tu calendario de estudio. Has avanzado mucho y esto va a suponer un gran cambio en tu organización y en el aprovechamiento de tu tiempo. Pero siempre podemos ir un poco más allá.

Es el momento de pensar en que objetivos y tareas te marcas para cada asignatura. Lo ideal es hacer este ejercicio semanalmente. Y una vez que tengas claro qué metas semanales te has marcado para cada materia, refléjalas también en el calendario. En la planificación de tu estudio habrás representado los momentos de estudio de cada asignatura como bloques y dentro de estos bloques puedes especificar las tareas que tendrás que hacer cuando llegue el momento.

4. Sé constante y prepara tu calendario de estudio semanalmente.

De nada sirve hacer todo el trabajo previo que hemos visto, que prepares tu calendario de estudio semanal y que pasada una semana te hayas olvidado de él. Debes incorporar como una rutina este proceso de organización y planificación semanal, de forma que una vez a la semana dediques un rato a crear el calendario de estudio de la semana siguiente.

Además, el calendario de estudio no es un simple papel que una vez que los has hecho lo puedes meter en una carpeta y olvidarte de él. Debes intentar llevar a cabo lo que has planificado. Imagina que tu semana es una película y que tu calendario de estudio es el guión de tu película. Como un buen actor debes seguir el guión.

Aunque, no debemos olvidar que siempre estamos expuestos a los imprevistos y el calendario de estudio es un documento vivo que podemos modificar en caso de que por determinadas circunstancias no lo podamos cumplir tal y como habíamos pensado previamente.

Consejos prácticos para planificar tu estudio.

1. No sirven los atracones de estudio, mejor poco a poco.

Aunque no lo creas, el cerebro también se cansa, así que déjate de atracones de estudio. Esas noches en vela previas al examen estudiando conceptos una y otra vez no sirven de nada. Ahora, el estudiar se ha convertido en una carrera de fondo.

Ahora debes ser constante y estudiar un poco cada día. Esto hará que seas capaz de asimilar la información sin prisas, que la entiendas y por tanto, la recuerdes. No sirve de mucho la memorización mecánica cuando estudias un grado superior, un grado universitaria o una oposición. Debes conocer el tema y ser capaz de desarrollarlo llegado el momento. Por eso hay que estudiar a diario, aunque no sea mucho tiempo.

Lo ideal es que dediques cada día el mismo tiempo y a las mismas horas. Por ejemplo, imagina que cada día estudias 2 horas de 18:00 a 20:00. Esto creará una rutina de estudio y al poco tiempo lo llevarás a cabo de manera automática. Además este entrenamiento diario hará que tu cerebro mejore en capacidad de concentración y rendimiento.

Piensa que sucede lo mismo al empezar a estudiar que cuando comienzas una rutina deportiva. Los primeros días son más duros. Poco a poco empiezas a cogerle el gusto y al cabo de un tiempo, tu cuerpo te demanda su dosis diaria de ejercicio. Pues a tu mente le ocurre lo mismo, al principio cuesta comenzar, luego lo haces casi sin pensar y al final es tu propio cerebro el que necesita su dosis de concentración y estudio para dar lo mejor de él.

2. No te olvides de tus ratos de ocio.

Sí, has leído bien. En tu calendario de estudio también debes reservar un tiempo para hacer cosas que te gusten y que durante la rutina semanal no haces. Además de los ratitos diarios que puedes dedicar al descanso o a alguna de tus aficiones, es recomendable marcar en tu horario un día completo dedicado a tu tiempo de ocio.

No estamos diciendo que debes pasar el fin de semana sin tocar un libro y estudiar de lunes a viernes. Es simplemente que, aunque debes estudiar aprovechando al máximo tu tiempo, también debes hacer cosas que te gustan. Es tan importante para llegar a buen puerto en tus estudios el salir un rato a hacer alguna actividad placentera como el llevar una buena rutina de estudios semanal.

Estudiar consume muchísima energía y te puedes sentir fatigado mentalmente al final de la semana. Por eso, tu mente debería tener un día de desconexión para poder rendir al máximo el resto del tiempo. Si no lo haces, llegará un momento en que el cansancio sea tal que probablemente dejes de estudiar a diario, o que si lo haces, no tengas los resultados que buscas.

Lo ideal es que utilices uno de los días del fin de semana a hacer un repaso general de lo que has estudiado durante la semana y el otro a desconectar de la rutina haciendo algo que te guste. Cuando comiences el repaso general verás cómo has avanzado durante la semana en las materias que has estudiado. Así que no debes agobiarte ni sentirte mal por pasar un día entero sin coger un libro, piensa que es un merecido descanso después de tanto trabajo, el reposo del guerrero.

3. Acuérdate de marcarte pausas en tu tiempo de estudio.

A veces, cuando estas concentrado estudiando una materia, pierdes el sentido del tiempo, y sin darte ni cuenta, puedes seguir estudiando durante horas. No lo hagas. Aunque pienses que estudiar durante horas sin descanso puede ser una buena idea, tu rendimiento se va reduciendo progresivamente conforma vas prolongando el tiempo de estudio sin hacer ninguna pausa.

Piensa que tu cerebro tiene unos picos de atención y que lo que te interesa es estar en ese estado de concentración durante el mayor tiempo posible, y a partir de un determinado momento tu capacidad de concentración se viene abajo cuando prolongas el estudio más de lo necesario sin dar un respiro a tu cerebro. Los deportistas hacen lo mismo, las sesiones de entrenamiento se basan en momentos de máxima exigencia y en momentos de descanso. Si no existieran esos momentos de descanso no podrían llevar a cabo sus rutinas y seguramente sus resultados en la competición caerían en picado.

Estudia durante un tiempo determinado, ponte el reloj si es necesario y, pasado este tiempo, descansa un rato. Durante el descanso levántate, pasea un poco, baja al perro…Cambia la actividad que estás haciendo de manera radical. Intenta hacer cosas que no te lleven demasiado tiempo, con unos 10-15 minutos tendrás suficiente para coger fuerza y comenzar de nuevo.

Hay técnicas de estudio que se basan en este tipo de metodología, como la Técnica Pomodoro. Si todavía no tienes claro cómo puedes llevar a cabo esta forma de estudiar te lo explicamos en este vídeo. Además si echas un vistazo por la Play Store o en la App Store verás la cantidad de Apps que existen para llevar un control del tiempo de estudio. Utilízalas si crees que te pueden servir de ayuda.

Ahora ya sabes qué es un calendario de estudio y como aplicarlo en tu día a día de estudiante. Te garantizo que si lo utilizas correctamente y eres constante se convertirá en una herramienta imprescindible para ti. Te permitirá hacer mucho más de lo que estás haciendo hasta ahora.